Me gusta mucho hablar de la fe activa, y tiene mucho que ver con esperar. La espera activa es eso, esperar, pero no sentados a ver qué sucede. Esperamos, pero haciendo lo posible para lograr lo que esperamos, aunque lo hayamos pedido a Dios.
Dios siempre responde, pero Su tiempo no es el nuestro. Hay veces que puede responder de inmediato y hay veces que Su respuesta es que esperemos. Sin embargo, eso no quiere decir que no hagamos nada. Debemos tener una espera activa y no sentarnos a ver qué sucede.
Si tenemos una fe verdadera, sabemos con toda certeza del poder de Dios. Confiamos en lo que Él sí puede hacer. Ponemos en Sus manos lo que se nos hace difícil, sabiendo que para Él no lo es. Pero hacemos lo que esté a nuestro alcance para lograr nuestros objetivos.
Espera con paciencia al Señor; sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia.
Salmos 27:14 (NTV)
Lo dice esa porción de Escritura. Nos llama a esperar, pero fíjate que dice “sé valiente”, no asustarnos y, con ello, paralizarnos. Dice “sé esforzado”, es decir, haz un esfuerzo, ten una espera activa, no te sientes a ver qué sucede. Dios sabe lo que deseas. Muéstrale cuánto lo deseas, haciendo tú lo que Él haya puesto en tus manos para hacer, para lograr ese anhelo.
No te sientes a ver qué sucede, espera confiando en Dios y Su tiempo
Esperar activamente es tener la disposición de confiar plenamente en los tiempos y propósitos divinos, mientras trabajas diligentemente. Tienes recursos, talentos, dones a tu disposición para ser usados; dones que Dios te dio.
Es una espera donde oras con persistencia, buscas Su guía espiritual y tomas pasos concretos hacia tus metas. Confía en que Dios hará lo necesario y eso abrirá las puertas hacia lo que necesitas, mas siempre de acuerdo a Su voluntad y propósito.
Esa es la manera de esperar que nos llena de paz, nos fortalece y nos mantiene enfocados en lo que anhelamos. Con una espera activa y no echados o sentados de brazos cruzados a ver qué pasa, confiando en que Dios nos ama y que tiene un plan perfecto para nosotros. Confía siempre en Su gran amor por quienes le amamos y le buscamos.
Oración del día
Bendito y amado Señor de mi vida. Te doy gracias por todo Tu amor y bondad. Señor, te pido perdón si a veces me desespero o inquieto cuando los planes que deseo no se me dan. Los pongo en Tus manos mi Dios, sabiendo que en Ti tengo victoria y que sólo contigo las cosas llegan de la mejor manera y en el tiempo perfecto: Tu tiempo. Gracias mi Dios te doy en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Qué anhelo que tienes no te ha llegado aún y te lleva a desesperarte por momentos?