Me propongo revisitar este elogio a la libertad porque, como he manifestado antes aquí, es el don más precioso que se nos ha brindado. No citaré pasajes explícitos del Buen Libro ni sus instituciones relacionadas.
La libertad de la conciencia
La conciencia es nutrida por el conocimiento No es un artefacto que funciona independientemente del saber. Para que la conciencia nos informe acerca de lo que está bien o está mal, necesita contenido.
Y ese contenido es introducido por la familia, la escuela, la calle, los medios sociales y otras instituciones.
Alguna personas creen que la conciencia es algo mágico. Piensan que es algo que te avisa automáticamente. Pero ¿cómo pueda ella avisar de algo cuya noción no está a su alcance?
Mientras más información tiene la mente más libre puede ser la conciencia.
Más importante que tener libertad de conciencia es tener conciencia de la libertad.
Humberto Lagos Schuffeneger, escritor, abogado y sociólogo chileno
Ser libre. Sin candados, letreros ni rejas, sugiere la canción “Los momentos” del grupo chileno Los Blops. Apreciar la libertad más allá de personas, instituciones y reglamentos.
No estar dispuesto a comprarla ni a venderla por ningún precio. Conocerla, agrandarla, atesorarla y difundirla. No hay mejor elogio a la libertad que éste.
El asedio a la libertad
La libertad busca ser cooptada por los medios de comunicación, la educación, el discurso político y religioso, la nomenclatura sectaria. Quieren poseer tu mente, tu tiempo, tu dinero, tus lealtades y convicciones.
Le asignan banderas, colores, escudos y blasones. La prometen a la entrada de sus edificios, pero adentro te la cortan en pedacitos, te la etiquetan y, lo peor de todo, te la controlan.
Jamás, bajo condición alguna, hay que renunciar al dominio de la libertad porque alguien dijo que la verdad —cuando era verdad— te hacía verdaderamente libre.
Y es curioso que haya que decirlo, pero lo haremos: verdaderamente libre quiere decir verdaderamente libre. No hay nada más simple y poderoso. No hay más bello elogio a la libertad.
Patrones, líderes, señores, dignatarios, mandamases y toda especie de epónimos pretenden poseer la titularidad de tu libertad. ¡No se lo permitáis!
Elogio final
De mi último cuaderno de notas:
Un día decidí empezar a vivir a mi manera. A veces me fue mal. Pero lo más del tiempo me ha ido bien. Tengo la vida por delante. Su tramo final, es cierto. ¡Pero es vida…!
Benjamín Parra Arias, Cuaderno de notas personales
Un elogio a la libertad singular y definitivo.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.