Los pobres no pueden esperar es una frase que no se debe analizar sólo desde el punto de vista académico o cultural. Tiene una profunda connotación política y de eso, brevemente como siempre, hablaremos hoy.
¡Los pobres no pueden esperar! Los que nada tienen no pueden aguardar un alivio que les llegue por una especie de rebalse de la prosperidad generada de la sociedad.
Papa Juan Pablo II, Discurso en la CEPAL, Santiago de Chile, 3 de abril de 1987
Puede parecer ofensivo o extemporáneo que me ocupe de este asunto en días que se habla de paz, amor y buena voluntad.
Lo que sucede es que no puede haber paz, amor y buena voluntad cuando en amplios sectores de nuestra región hay pobreza y hambre.
Es por eso que los pobres no pueden esperar
Cuando creció la riqueza de unos pocos, amparados en leyes favorables, ellos no repartieron nada de su riqueza. Los grandes empresarios la usaron para construir enormes proyectos para obtener más riqueza. Se extendieron a otros países y multiplicaron los beneficios. Trasladaron grandes fortunas a paraísos fiscales.
Me viene la memoria lo siguiente:
La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes.
Lucas 12:16-18 – RVR1960 – Las cursivas son mías
Ese rico se parece a muchos de hoy. Eso de los pobres no pueden esperar no les hace ruido. Nada de “rebalse”, amigas y amigos. Que sigan esperando.
Digamos de paso que el rico del relato no produjo él solo esa riqueza. Tenía mucha gente que le trabajaba. Pero no pensó en ellos.
Jacobo Shifter, director de Español Free eBooks, plantea el tema con un devastador realismo: “La espera es la forma posmoderna de la eutanasia.”
Parece que seguirán esperando
Por una razón muy sencilla: la generosidad no crece en los árboles. Tiene que nacer del amor y un sentido muy amplio de lo humano. Y quienes tienen mucho dinero se inclinan a administrarlo de otra manera.
Fundan sus instituciones altruistas para promover cuestiones ecológicas, enfermedades graves o el agua. Loables acciones, pero insuficientes.
Los pobres no pueden esperar. Se requiere de una construcción social y política que cree condiciones para erradicar la pobreza. La buena voluntad no alcanza.
Hay que pensar en educación, en trabajos sólidos y salarios justos, en políticas públicas consistentes y constantes.
¿Por qué? Porque los pobres no pueden esperar.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.