Benjamín Parra trajo para nuestra reflexión en el segmento Desde otra perspectiva de Uno nunca sabe, la importancia de respetar el pensamiento y el ser de otros.
Nos decía que esto es una condición fundamental para asignar valor al ser humano y a la civilización. Nos propuso mirar un ejemplo bíblico extraordinario sobre esta disposición a considerar lo que otras personas son y piensan.
¿Quién dice la gente que soy yo?
Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.
Lucas 9:18-19 (RVR1960)
Planteó dos maneras de mirarlo. Ambas tienen el sentido de respetar el pensamiento y el ser de otros. La primera es más bien anecdótica. Lo consideró como una encuesta de percepción pública y lo desglosó así:
El 90 % creía que era un resucitado. Lo de la resurrección era una noción reciente entre el pueblo judío de la época. Muchos de ellos no creían aún en la resurrección.
Sobre quién era, las cifras se podrían desglosar imaginariamente así:
Otra manera de mirar este pasaje
Jesús tenía interés en saber lo que creía o lo que pensaba la gente que no lo seguía. Era importante para El respetar el pensamiento y el ser de otros.
Benjamín separó los conceptos tolerancia y respeto. Para él, tolerancia es una postura que sugiere lo siguiente: «La verdad es que desprecio y odio tu manera de pensar, de vivir o de ser, pero te tolero».
Se ve como una postura arrogante y condescendiente. Sugiere que uno está por encima, que uno es mejor que aquellas personas que tolera.
Nos decía que prefiere la palabra respeto, porque eso lo que Jesús nos enseña en este episodio.
Preguntó: «¿A quién podría importarle menos que la gente no creyera que era el Hijo de Dios ¡Al mismo Hijo de Dios, pues! Si era Hijo de Dios, que le creyeran o no debería tenerle sin ningún cuidado».
¿Respeto o fuego del cielo?
Pero, nosotros somos más orgullosos que Jesús. Despreciamos al que no piensa como nosotros y estamos más cerca de sus discípulos cuando los rechazaron en Samaria. Es increíble que el pasaje siguiente aparece sólo unos pocos versos más adelante, ¡en el mismo capítulo! Se ve que no entendieron nada:
¿Quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
Lucas 9:54 (RVR1960)
Este es un espíritu bastante diferente al de Jesús y Él se los hace saber. Respetar el pensamiento y el ser de otros es central en el Evangelio y sería un buen momento para pensar en ello.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.